Algunas parejas comienzan a tener problemas después de muchos años de convivencia sana. Si ya han dado todos los pasos que hay que dar en una relación (conocerse, follar, citarse, irse a vivir juntos, hacer planes de futuro…) puede que se sientan tentados a ir más allá y planear una boda, pero un matrimonio forzado nunca es una buena idea. Hay varias razones por las que esta estrategia no funciona y las vamos a ver ahora.
Primera razón por la que el matrimonio forzado no es una solución a los problemas de pareja
En primer lugar el sagrado matrimonio, tan venerado otrora, no es más que un trámite. Un invento burocrático que no representa en absoluto el amor entre dos personas (y no hay más claro ejemplo que el amor homosexual y cuanto se ha tardado en regularizar la situación de estos). El matrimonio es un invento de la iglesia, de esos altos cargos eclesiásticos siempre a la zaga de más poder y control sobre la plebe. Es por ello que, como los papeles y la ceremonia es todo un proceso vacuo y carente de cualquier significado, el matrimonio per se ni pincha ni corta en los problemas de pareja.
Mentiría, no obstante, si dijera que siempre empeora la situación (asunto que trataremos a continuación), pero un matrimonio forzado también puede ser fuente renovada de alegría, esperanza y motivación para sanear una relación minada y que en un primer momento pareciera abocada al más tortuoso desastre. Eso, sí, los casos en los que estos ocurre se cuentan con los dedos de la mano (en realidad no, el mundo es muy grande, pero nos entendemos.
Segunda razón por la que el matrimonio forzado no es una solución a los problemas de pareja
Cuando accedes a casarte en un matrimonio forzado te estás cavando tu propia tumba. Lejos de remitir, los problemas de pareja que estáis experimentando adquieren inercia al limitar vuestra capacidad de actuación. Ahora que os habéis declarado como marido y mujer ante la iglesia y el estado, no hay vuelta atrás sencilla. Lo más probable es que la presión del qué dirán (la familia y los amigos no ayudan en absoluto en estas situaciones y puede requerir unas vacaciones en el monasterio) y la vergüenza que probablemente sintáis al saber que llegado el momento tendréis que pasar por la penuria del divorcio empeorará notablemente la situación. A las riñas frecuentes que ya teníais habrá que añadir un profundo sentimiento de impotencia derivado de vuestra situación civil. La tensión que se va acumulando hace que haya explosiones de rabia contenida y que las peleas aumenten drásticamente. Está documentado que situaciones similares han sido las precursoras de casos de violencia de género, esperamos que la locura causada por los matrimonios forzados no nuble el buen juicio de nuestros lectores. Siempre hay que cortar por lo sano.
Tercera razón por la que el matrimonio forzado no es una solución a los problemas de pareja
Puede que lo hayáis intentado todo, pero no hay nada que hacer si ella no es la persona que deseas tener a tu lado toda la vida. Si ella no es tu novia perfecta, da marcha atrás antes de que sea demasiado tarde, tienes nuestra ayuda y la de las páginas webs de citas para volver a comenzar. Tienes toda la vida por delante, no lo olvides. Pero sobre todo, no cometas el error de involucrar a más personas en estas trifulcas y en esta relación desdichada.
cuando los matrimonios forzados no resultan como los cónyuges quieres, algunas veces no aprenden y dan un paso más. ¿Y que sigue a la boda? Sencillo, los niños. Llegados a este punto no se puede ser egoísta, hay que hacer caso al popular «hay que pensar en los niños». Tener hijos para solucionar los problemas de pareja es probablemente la peor idea que se pueda tener, y es una consecuencia directa del matrimonio. No podemos olvidar que en España. y sobre todo en ciudades dominadas por el espíritu conservador como Madrid o Valencia, tener niños solo se concibe dentro del matrimonio de toda la vida.
Espero que haya quedado claro que el matrimonio forzado nunca es buena idea para solucionar problemas. Esto sirve también con casos menos comunes como los matrimonios concertados y los matrimonios arreglados, así que tenlo en cuenta también si ese es tu caso.